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Arquitectos: Adalberto Dias
- Área: 7096 m²
- Año: 2014
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Proveedores: Saint-Gobain, Fellert, O/M Light - Osvaldo Matos
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta obra tiene la historia que el tiempo y las circunstancias permitieron.
Son las primeras construcciones del nuevo puerto artificial de Leixões que dibujaron una bahía. Este sitio es el antiguo puerto natural en la desembocadura del río Leça, con muelles protectores anclados en afloramientos rocosos, llamados leixões.
La intervención realizada en el núcleo de los talleres anteriores se reduce a eliminar algunos archivos adjuntos no originales, a la corrección y reemplazo de su volumen original y al respeto por la naturaleza tipológica y constructiva del edificio, con énfasis en sus cubiertas. Los pasillos de vigas de madera compuestas, se reprodujeron en su totalidad debido al alto estado de degradación.
El espacio del taller en la entrada del complejo portuario se recupera con un programa comercial que establece nuevamente los estacionamientos laterales -una vez sacrificados- y reemplaza la cobertura existente con otra estructura de madera sólida, con la misma geometría.
Un entresuelo periférico aumenta el área y enfatiza la espacialidad interna, resolviendo las áreas técnicas y de servicio del piso inferior.
El área de ocio y deportes, con piscina de agua salada, gimnasio y salas de baile, ocupa una parte importante del volumen de otros talleres en la planta baja, que se separó del anterior debido a la demolición de volúmenes no originales. Las barras y la sala de ejercicios ubicadas sobre los camerinos, exploran la altimetría del volumen original. Su cubierta está hecha con nuevas vigas compuestas de madera maciza y tragaluces, reproduciendo el diseño del conjunto original.
Las áreas de comedor, el bar y sus servicios, se ubican en el extremo norte de la intervención, en conexión directa con la playa y el marginal, orientado y abierto hacia la cafetería y bar.
La propuesta de rehabilitación reinterpreta el espíritu de lo anterior: pasillos longitudinales en la misma alineación, volumen y espacialidad interior.
Con otro edificio, sin renunciar a la sostenibilidad adecuada, una estructura metálica disfrazada en mampostería resistente, conduce a un sótano para los vendajes, de acuerdo con las dimensiones del entorno.
El final de la cobertura de esta área del taller, ahora rehabilitada con otros usos, toma la expresión formal de la quilla de un barco, una referencia sutil al puerto y la línea de costa.